Cenote Oxwatz: Donde la Historia se Cruza con el Camino Maya
Oxwatz. Imagina una cálida tarde de verano en Izamal, una ciudad encantadora también conocida como Zamná o Itzamná, que significa “Rocío del Cielo”. Esta joya yucateca se caracteriza por sus pintorescas casas blancas y amarillas, que enmarcan un impresionante conjunto arquitectónico: el templo de la Purísima Concepción y el ex convento de San Antonio de Padua. Izamal, ubicada en el corazón de Yucatán a 80 km de Mérida, ha sido reconocida por su belleza e historia, siendo parte del programa Pueblos Mágicos de Sectur.
Tú aventura en Izamal no estará completa sin visitar Oxwatz, un destino emergente dedicado al ecoturismo.
Oxwatz Ofrece una experiencia única, con tesoros que van más allá de lo convencional. Entre sus atractivos se encuentran una antigua zona arqueológica, diversos cenotes, aguadas navegables, y una selva tropical que ha sobrevivido al paso del tiempo. Además, guarda vestigios de un pueblo maya abandonado por sus habitantes contemporáneos.
En Oxwatz, una notable empresa comunitaria de ecoturismo se alza como protagonista. Conformada por 56 socios, se autodenomina “Ecoturística y Forestal de Tekal de Venegas, y opera en la pintoresca localidad de Tekal de Venegas. Desde el año 2003, el parque de Oxwatz ha abierto sus puertas a visitantes, ofreciendo una amplia gama de experiencias. Esto incluye la observación de la naturaleza, el senderismo, emocionantes actividades de aventura como la natación en cenotes y la oportunidad de sumergirse en la rica cultura y lengua maya.
Esta iniciativa de ecoturismo no solo permite a los viajeros experimentar la belleza natural de la región, sino que también contribuye al desarrollo sustentable de la comunidad local. A través de la participación de sus 56 socios, la empresa busca equilibrar la conservación del entorno con las oportunidades de turismo responsable.
Al caer la noche, contactamos a nuestro amigable guía local, Esteban Aban, quien nos guio a Oxwatz, un destino que se está convirtiendo en un imán para los amantes de la naturaleza y la aventura.
La mañana siguiente, temprano, emprendimos nuestro viaje con kayaks, bicicletas, casas de campaña y provisiones para dos días. Repletos de entusiasmo, nos adentramos en la exuberante selva maya, donde el canto de las aves y las canciones en maya de nuestro guía nos acompañaban en un viaje mágico.
La neblina matutina nos envolvía durante los casi 16 km desde Tekal de Venegas hasta Chacmay.
Finalmente, llegamos a Oxwatz, un vasto terreno ejidal de 412 hectáreas, rodeado de árboles imponentes como Dzalam, Chakáh e higuerón, algunos de más de 20 metros de altura. El recorrido nos llevó junto al Tzatz Op, un pantano encantado, y cerca de la palapa principal, diseñada para descansar y disfrutar de una comida reconfortante.
En las inmediaciones de Oxwatz, las sombras de casas de piedra se alzan como testigos silenciosos de un pueblo maya que habitó este lugar hasta hace un siglo. Pero estas ruinas no son las únicas; en lugares dispersos, encontramos más estructuras que alguna vez alojaron casas e incluso un palacio de gobierno
Sumergidos en la Selva Maya
Lo primero que destaca ante nuestra vista es el cenote Oxwatz, semejante a un plácido lago de aguas azules. Desde ahí partimos en fila india bajo frondosos árboles; pasamos bajo un enorme Pich desde donde un tecolote vigila el entorno; lejos resuena el canto de una tucaneta, mientras admiramos un árbol cargado de jícaras, y avanzamos por un antiguo Sacbé o camino maya.
Llegamos al mirador de Tzatz Op, un cenote pantanoso, donde descansamos en una pequeña palapa junto al Cenote Kukula, que significa “Lugar de Plumas de Aves”. Las aguas, amarillentas debido a las recientes lluvias, están llenas de vida, con mariposas, libélulas y diversas aves.
Nuestro deseo de exploración nos impulsaba a seguir adelante, y en cuestión de minutos, nos topamos con un espectáculo fascinante. Frente a nosotros se alzaban montículos, vestigios de tumbas mayas adornadas con rocas grabadas de formas difusas. A medida que avanzábamos, pasamos cerca de las áreas de acampar, avistando la apacible aguada Kanab y, más adelante, la Xbatun, conocida como “Hacha de Piedra”.
En pocos minutos llegamos hasta una enorme elevación rodeada por rocas de todos tamaños; la estructura conserva restos de paredes y rocas alineadas, huecos horizontales y, al alzar la vista, quedamos asombrados ante la magnitud de una pirámide que se eleva a más de 30 metros de altura. No podíamos resistir la tentación de subir y maravillarnos con las vistas panorámicas que la altura nos ofrecía.
Poco después, emprendimos una emocionante travesía en kayaks en el cercano cenote Oxwatz. Durante casi dos horas, nos encontramos cara a cara con cocodrilos de diversos tamaños y nos maravillamos con la belleza de garzas verdes, cafés y blancas.
Mientras explorábamos, nos rodeaban varios cenotes y aguadas, creando un entorno impresionante en medio de la selva tropical ondulante.
Al regresar a nuestra base en la palapa, nos aguardaba una auténtica experiencia culinaria yucateca. Disfrutamos de un suculento Poc Chuc con tortillas elaboradas por mujeres mayas. Estas mujeres no solo son anfitrionas excepcionales, sino que también son socias en este proyecto turístico. Más de una docena de ellas invierten tiempo y esfuerzo en hacer que esta experiencia sea inolvidable.
Finalmente, concluimos nuestra experiencia con un valioso aprendizaje, donde conocimos los nombres mayas de algunas plantas y animales que han sido esenciales en la cultura ancestral.
“Cenote Oxwatz, inmerso en la Selva Maya, es la puerta de entrada a la riqueza cultural y la belleza natural del Mundo Maya
Adéntrate en la belleza natural de Cenote Oxwatz y descubre su relevancia en la cultura del Mundo Maya. Te invitamos a descubrir la ‘Nueva Ruta del Tren Maya‘ y a explorar todos sus emocionantes destinos.
