México un País Megadiverso.
México reconocido a nivel internación gracias a sus respuestas acertadas ante las adversidades de la biodiversidad.
El término biodiversidad se refiere a la variedad de organismos vivos en el planeta, esto incluye los ecosistemas terrestres y acuáticos, así como las diferentes especies microscópicas, comunidades, ecosistemas y paisajes, es decir, todas las formas de vida que se manifiestan en nuestro planeta.
En México, algunas de las estrategias implementadas para cuidar a la biodiversidad incluyen la protección y recuperación de especies, como en el caso de las tortugas marinas y terrestres, así como la creación de áreas naturales protegidas terrestres o acuáticas, representativas de los diversos ecosistemas del territorio nacional.
En nuestro vasto planeta, con más de 170 naciones, únicamente 12 ostentan el prestigioso título de “Megadiversas”, al resguardar entre el 60 y 70% de la asombrosa biodiversidad global
México comparte este privilegio con destacadas naciones como Colombia, Perú, Brasil, Indonesia y China, entre otras. Este selecto grupo destaca no solo por su extensión territorial sino por ser auténticos tesoros de vida en la Tierra
Las causas que hacen de México un país de gran diversidad biológica son su topografía, la variedad de climas y una compleja historia geológica y biológica. Estos factores han contribuido a producir un mosaico de condiciones ambientales que promueven la gran variedad de hábitats y formas de vida hoy presentes.
El territorio mexicano es considerado zona de transición entre dos grandes regiones biogeográficas: la neártica, que corresponde a Norteamérica, y la neotropical, integrada por Centroamérica y Suramérica, regiones que de acuerdo con algunos investigadores hicieron contacto hace aproximadamente seis millones de años.
Esta característica hace a México una zona con una mezcla de flora y fauna única en el mundo.
Una zona biogeográfica es una región en donde la flora y fauna presentan alguna afinidad; por ejemplo, de la región neártica proceden especies de climas fríos, como las mariposas monarca, el borrego cimarrón o el lobo mexicano, así como bosques de pino y abeto, además de otras coníferas.
En contraste, en la región neotropical predominan los elementos de flora y fauna con afinidades tropicales, como el jaguar, las iguanas, las guacamayas o el quetzal, y árboles como la caoba y el cedro, entre otros. 
Este rico tapiz de vida que es México se teje con una diversidad excepcional de paisajes y ecosistemas. Desde las exuberantes selvas cálido-húmedas hasta los serenos bosques templados y mesófilos de montaña, cada rincón del territorio alberga un capítulo único en la historia de la naturaleza. Los matorrales xerófilos, los extensos pastizales y la fascinante vegetación halófila pintan un lienzo donde la fauna despliega su variada y en ocasiones única gama de colores y formas.
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